domingo, 17 de octubre de 2010

Nosotros, los culpables.




Somos quienes aplicamos el “todo vale”.Como somos capacees de sacar las más extremas consecuencias de este dicho, se le podría llamar razón, lo cual supone que nos diferencia de los animales; Aunque de forma sincera digo que somos unas grandes bestias. Porque para nosotros siempre ha sido valido todo, incluso llegarnos a comer unos a otros. Y la mejor forma de obtener un gran rendimiento ha sido limitar el “todo vale”.

Este, debe estar limitado a unas reglas sociales en las cuales no se vean afectados los miembros de la sociedad. Prueba de ello serían Los Derechos Humanos, que buscan la equidad en los enfrentamientos y establece unas rigurosas normas para evitar que se atente contra la vida de otros civiles. Las guerras a lo largo de los años han ido perdiendo su “encanto” desde que la sociedad se a convertido a seres más individualista. Pero aun así en los países desarrollados, se respira un ambiente tan bélico como antaño. La guerra tan solo gusta a los nacionalistas extremos que , cada día quieren más poder y a los traficantes de armas.

Si nos damos cuenta, los presupuestos de guerra siguen siendo elevados y más aun en países, donde la pobreza los inunda. Ya que es sorprendente como es que tienen dinero, para mantenerse en los niveles más altos en cuanto a armas. ¿Acaso vale la pena dejar morir a la gente de hambre y seguir comprando armas? Si no hay ciudadanos ¿A quienes defenderán? Nos podemos dar cuenta nuevamente del individualismo, sea del partido que sea , el “jefe” siempre buscara su progreso propia y el de sus allegados, pero ¿Y el resto? No valen nada..

No hay comentarios:

Publicar un comentario